Un día como hoy, hace 24 años, nuestra iglesia fue fundada. Nuestras mentes limitadas nunca se hubiesen imaginado como Dios nos usaría para alcanzar a Latinoamérica. Pero Dios es bueno y maravilloso. Sus planes son mejores y, por Su gracia, nos ha traído hasta aquí.
Solamente nos queda decir, “¡Gracias, Señor!”. Él ha sido fiel en abundancia y escasez; Él ha sido bueno cuando quita y cuando da. Él nos mantuvo unidos durante una pandemia y un fuego devastador. Nos ha sostenido y permitido celebrar conferencias, obras, conciertos de adoración y más. Él ha caminado con nosotros en el día a día, acompañando a nuestros ministerios, grupos pequeños, pastores, miembros de nuestra iglesia y oyentes que se conectan a adorar junto a nosotros domingo tras domingo.
Todo lo que tenemos es por Él y para Él. Por eso, en este aniversario 24, solamente podemos darle gracias a Dios por Su fidelidad.