En esta oportunidad el pastor Miguel Núñez nos habla de la gratitud y el gozo como virtudes que brotan de un corazón piadoso. Él nos explica que Dios es la fuente de nuestro gozo y que su carácter inmutable es la razón fundamental para darle gracias en todo y por todo. La ingratitud es la tendencia natural del hombre caído, sin embargo el Dios santo, luego de habernos regenerado, nos demanda acción de gracias constantemente. El gozo es parte del fruto del Espíritu y estar siempre gozosos es un imperativo continuo, no una elección circunstancial.
