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Orando por el ministerio de la Palabra

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El Pastor Miguel Núñez retomó su serie sobre la carta del Apóstol Pablo a la iglesia de Tesalónica. Este mensaje fue titulado Orando Por El Ministerio De La Palabra, basado en 2 Tes 3:1-5, porque está orientado a la predicación y expansión de la Palabra.

En estos versículos el apóstol expresa confianza en estos hermanos, y ora por ellos. También les pide oración por él para que la Palabra corra y sea glorificada, al igual como lo fue entre ellos, y que seamos liberados de hombres perversos y malos, porque estos no tienen fe. Pero saben que Dios es fiel, los afirmará y los guardará del mal. Les expresa que tiene mucha confianza en ellos, de que harán todo lo que él les pide, y pide al Señor que encamine sus corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.  

Los que se han alejados pueden reunirse ante el trono de la gracia, y los enemigos de la predicación y los perseguidores de los predicadores son impíos e irracionales porque no tienen fe. Sin embargo el Señor ha utilizado esto para la expansión de la Palabra, porque el dolor, las heridas y el sufrimiento han sido el gran amplificador del evangelio.

Aunque el Apóstol tenía confianza en ellos, se funda en su confianza en Dios, porque de otro modo no hay confianza en el hombre. Ora por ellos pidiendo bendiciones espirituales. Nuestro pecado y nuestra miseria es que depositamos nuestros afectos en los objetos equivocados. No hay verdadero amor de Dios sin fe en Jesucristo. Pide intercesión por la extensión y crecimiento de la Palabra. Así como para que sea glorificada.

Pablo llevaba la gran comisión, pero no lo hacía sin oración. Por eso cuando oramos aplicamos la gran comisión, cumplimos con ese mandato y a la vez contribuimos a la segunda venida del Señor, que dice que vendrá cuando Su Palabra sea expandida. En estos versos se observa la necesidad de Dios en la oración. Dice Pablo que Dios nos fortalece y protege del maligno.

Debemos orar fervientemente para que seamos capacitados para obedecer sus mandamientos y que el Señor pueda dirigir nuestros corazones al amor de Dios y a la paciencia de Cristo, para que puedan perseverar. El hombre persevera porque Dios lo preserva.

El Pastor, al igual que Pablo, nos exhorta a orar por la perseverancia, y la expansión de la Palabra. Y más en estos tiempos tan difíciles, pero si Dios está con nosotros nadie podrá contra nosotros.